jueves, 21 de marzo de 2019

El Auditor me tiene manía

Cuenta la historia que Norbertito, cuando tenía 8 años, volvió un día a su casa después del colegio. Se comió rápidamente la merienda, y se puso a jugar, como hacía casi todos los días. En un cierto momento, su madre recordó que ese día le daban los resultados del examen de matemáticas que había hecho el día antes.

- "Norbertito, hijo, ¿te han dado la nota del examen? - preguntó la madre de pronto, cuando el niño estaba jugando con un barco pirata.
-- respondió Norbertito con total tranquilidad, pero sin añadir ni una palabra.
- ¿Y qué tal? - indagó la madre, tranquila ante la tranquilidad de su hijo pero con un punto de desasosiego por el escueto monosílabo de la respuesta.
- Pueeeees, he suspendido - respondió Norbertito mirando al suelo, y con bastante menos tranquilidad en su voz.
- ¿De verdad? - La madre no se lo podía creer. - ¿Y cómo ha sido eso? ¿qué ha pasado? - preguntó un poco alarmada.
- Es que preguntaron cosas que no nos habían enseñado - Se justificó el pequeño.
- ¡Eso no puede ser! - dijo la madre, incrédula. 
- ¡Que sí, que es verdad! - Lloriqueó Norbertito. - ¡No lo sabía hacer porque no nos lo habían explicado! - insistió el niño.
- Y los otros niños, tus compañeros, ¿también han suspendido? - inquirió sutilmente la madre.
- Todos no. Martina ha sacado un diez. Y Bernardo un nueve - respondió el chico entre sollozos.
- ¿Y los demás? - insistió su madre.
- ¡No séeeee! - protestó Norbertito intentando dar por finalizada la conversación.

Pero la conversación no iba a terminar ahí. La madre no estaba para nada convencida y estaba dispuesta a conocer la verdad. 

- Si no os lo habían explicado, ¿cómo es que los demás niños han sacado buena nota y tú no? - dijo, elevando un poco el tono de la voz.
- Bueno - rectificó el niño - igual sí lo habían explicado, pero fue cuando yo no estaba en clase...
- Has ido todos los días a clase. No has faltado ni uno solo. ¿Qué quieres decir con que no estabas en clase? - interrumpió la madre, cada vez más enfadada.
- Bueno, sí estaba. Es que la profesora habla muy bajito y yo no la oía - respondió cada vez más alterado Norbertito.
- ¿Y tú no podías pedirle que hablara más alto? - se indignó la madre.
- ¡¡Es que la profe me tiene manía!! - gritó entre lloros Norbertito
- ¡¡¡Basta ya de tonterías!!! ¡¡¡Lo que pasa es que no has estudiado!!! - gritó la madre, fuera de sí, ante las malas excusas de su hijo - ¡¡¡Estás castigado, por mentiroso!!!" - concluyó.

Norbertito, viendo que la cosa no tenía solución, optó por callarse y se quedó en su cuarto, sin hacer nada, castigado, como había dicho su madre.

Con el paso de los años, Norbertito fue creciendo, y todos le llamaban Norberto. Encontró trabajo en el sector de la aviación, que le apasionaba desde niño. Un día tuvo una auditoría, y en un determinado momento, el auditor le pregunta:

- "¿Me puede, por favor enseñar los registros de este trabajo?
- Pueeeees, no los encuentro. Pero tienen que estar" - Respondió Norberto sin alterarse.

Al cabo de un tiempo, tras revolver muchos papeles y buscar en casi todas las carpetas del ordenador, los registros no aparecieron.

- "No queda más remedio que abrir una No Conformidad - concluyó el auditor. No es especialmente grave, pero tiene que ser así. El siguiente paso será analizar la causa raíz, es decir, por qué los registros no estaban.
- Muy bien" - aceptó Norberto.

A partir de ese momento, Norberto se puso manos a la obra y envió su respuesta al auditor. El cruce de mensajes fue más o menos el siguiente:

Causa raíz: Se desconocía que los registros se debían guardar.
Verificación del auditor: No se acepta. El Procedimiento indica claramente que los registros se deben guardar y dónde se deben guardar. Además, especifica que deben ser accesibles durante cualquier auditoría.
Causa raíz (corrección): Aunque el procedimiento indica que los registros se deben guardar y dónde, no se conocía el procedimiento.
Verificación del auditor: No se acepta. El Procedimiento está publicado, y se dispone de acuse de recibo por parte del auditado.
Causa raíz (corrección 2): Aunque el Procedimiento indica que los registros se deben guardar y dónde, y se ha recibido dicho procedimiento, no se ha recibido formación en el mismo.
Verificación del auditor: No se acepta. Consta un certificado que acredita que el auditado ha recibido "formación en procedimientos de la compañía".
Causa raíz (corrección 3): Aunque el Procedimiento indica que los registros se deben guardar y dónde, se ha recibido dicho procedimiento y se ha recibido formación en "Procedimientos de la compañía", el curso de procedimientos es poco efectivo.
Verificación del auditor: No se acepta. La instrucción del procedimiento es sencilla: "Los registros se deben guardar en..." no se entiende qué tipo de formación es necesaria para entender eso.

No hubo más respuestas dentro de los plazos fijados, pero viendo cómo era de niño Norberto, quizás la siguiente causa raíz, que debería llevar la coletilla de "corrección 4" hubiera sido "Es que el auditor me tiene manía". Y ante eso, el auditor no habría tenido más remedio que escribir lo mismo que dijo la madre de Norberto, cuando todavía le llamaban Norbertito años atrás, cuando suspendió el examen de matemáticas.

Pero claro, entre profesionales no podemos decir eso. ¿o sí?